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La viajera

Tiempos de sequía

Tiempos de sequía

Llegaron tiempos de sequía y con ellos las bocas abiertas implorando una gota de agua.
Pero una sola gota no era suficiente para calmar, las secas gargantas de los sedientos.
Hasta los más fuertes se arrastraban suplicantes para no morir de sed.
La tierra con sus grandes grietas, era la primera dañada por la falta del insustituible líquido.
Fue en ese instante cuando nos dimos cuentas de las cosas primoridales. Esas,a las que nunca le habíamos dado la importancia que realmente tienen.
Y ahora cuando nos faltaban, el corazón aceleraba sus latidos y los ojos se enturbiaban.

Llegaron tiempos de silencio.
Y con ellos quedaron libres los recuerdos que,un día perecieron atrapados en telas de arañas.
Imaginé los rostros de los que vagaban por paraísos de fantasías.
Oí sus voces como si estuvieran a mi lado y pude coger alguna que otra mano.

Llegaron los días fríos y nublados, y me llené de tí.
Tan distante... tan ausente... y tan cercano al mismo tiempo.
Sólo necesito una mirada para dejarme llevar,para dejarme arrastrar...mientras sigo implorando una gota de agua.
Sólo una pequeña gota.

Tu voz me lleva lejos de aquí.
Lejos de este reino construido con barrotes de cristal.
En las noches de soledad vuelo entre las estrellas para encontrarte.
A veces lo consigo, pero te escondes cuando me ves seguirte.
Es entonces cuando mis lágrimas me ciegan ,y empiezo a descender por la escalera que has dejado bajo las nubes.
Y pongo los pies en la tierra.
Ésta maldita y a la vez bendita tierra.

Los recuerdos se van agolpando a una velocidad inusitada, y como si una fuerza interior me arrastrara me dirijo al sótano.

Lo recuerdas? Aún sigue intacto.

Paso bajo la claraboya y voy hacia las escaleras que me conducen a aquél.
Me echo sobre la cama en la que tantas veces nos amamos.
Cuando me acuesto sobre aquélla siento cada beso que me diste.
Cada caricia.
Tus palabras de amor cuando te deslizabas sobre mi cuerpo.
Tu mirada llena de deseo.
La pasión con la que nos amábamos.
Quizás tú hayas borrado todo de tu mente.
Pero yo...yo vivo cada minuto, cada momento,hasta que me duelen los recuerdos y me hacen rozar la locura.

Ahora en este frío sótano sólo quedan pequeñas cosas que para mí son mi vida.
Una caja de cartón con tu nombre y el mío.
Cientos de letras que hablan de nuestro loco amor.
Los dos sabíamos que era un amor imposible ,tal vez por eso fue más hermosos que ningún otro.
Era un amor con un final,pero mientras lo sentimos nuestra entrega no pudo ser más sincera y fiel.

Seguiré bajando al sótano para seguir oliéndote, y oir esa voz tuya tan seductora.

Sobre la cama, dormida en el tiempo, descansa una pequeña hoja de color azul y unas letras que dicen:
"La sequía del corazón no se puede calmar con una sola gota de agua ,se marchitaría en poco tiempo".

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